domingo, 27 de octubre de 2013

The black angel's death song.

Si escuchar sus sombrías y melancólicas melodías de por sí ya era bastante depresivo ahora, con lo sucedido, ese color negro, de alguna extraña forma se torna aun más oscuro pero con una gran diferencia y es que en éste, la depresión si se vuelve desoladora. Escuchar a Lou Reed hasta el día de hoy podía resultar funesto pero era una especie de tristeza con una sonrisa oculta tras ella, un sentimiento un tanto contradictorio pero feliz al fin. Muy feliz.

Y cómo no estar triste tras enterarme de la noticia de su muerte, si fue por él y sus tres colegas que mi vida dio un vuelco inesperado y gratificante. Justo ayer mismo, después de mucho tiempo escuché Velvet underground and nico, o parte de él, una pequeña porción, porque le contaba a un amigo que no es del palo como este disco, con todas sus variables, con esa amplitud musical que va desde una infantil y soñolienta melodía de Sunday morning hasta el escandaloso final de Europe son, había cambiado mi vida por completo. Él y su hermano menor: White light / white head (mi eterno disco favorito). Me da un poco de bronca no recordar o no saber incluso como llegaron a mi vida o por qué, porque hasta ese día ninguno de mis allegados los escuchaba, ni sabía de su existencia. Tenía 17 años y de repente encontré en esos insoportables ruidos de guitarras que parecían sufrir, algo que me atrapó. Los odie, como no odie jamás a ninguna otra armonía pero tras ese odio había un amor eterno esperando para consolidarse, con el tiempo... si es que se lo daba. Y por suerte lo hice. Tras ese odio que sentía, había algo más y estaba dispuesto a averiguar que era aunque tardase años. Ahora lo puedo entender, tras el odio el amor; tras su música negra el blanco puro de mi sonrisa. Porque de eso se trataba la música de Reed, de un confuso telón sobrepuesto en el que lo real y lo surreal conviven y se confunden constantemente.

Tiempo después llegarían a mi vida los siguientes álbumes de la banda, una vez digerida y amada (eternizados). Estos, más accesibles que sus mayores, no hicieron otra cosa que aumentar nuestro amor. Esos tipos que eran capaces de hacer melodías insoportables, ruidosas y por sobre todo originales y poderosas también podían contar historias negras tras un velo popular y cancionero. Pero claro, nunca olvidando sus bases (escúchese más abajo Murder mystery, a mi parecer, una de las mejores canciones compuestas en toda la historia).

Velvet Underground se separó pero no lo sufrí tanto porque lo sabía de ante mano, no lo hubiese podido soportar si para entonces vivía y tras ello, su carrera solista que para conmigo tuvo un efecto un tanto extraño pero siempre respetuoso. Obvio, como a todos, me encantó Transformer. Me volví loco, hasta las lágrimas con Berlín y hasta entre en conflicto conmigo mismo tras escuchar Metal music machine (un LP que nunca puedo escuchar hasta el final, que me molesta la mayoría de las veces que intento darle una nueva chance, pero que de todos modos respeto y admiro por su tras fondo). Después, el resto de los discos, algunos muy buenos (Coney island baby, New york, Songs for drella) otros, a mi entender, un poco más flojos (Rock and roll heart o Mistrial) siempre tuvieron su toque único y mi respeto (salvo Lulu, el que grabó con Metallica, que –Dios me perdone- no puedo tolerar ni respetar). Por eso este homenaje.

Bah... ¿Homenaje o agradecimiento? digamos que es una forma, un tanto onírica, surreal, utópica, de decirle gracias con un estúpido, humilde y quizá hasta innecesaria ofrenda de palabras lanzadas al azar pero claro, siempre comprometidas con el corazón. O puede que sea sólo una forma de desquitarme, de sacarme lo que tengo adentro para poder volver a oírlo con una sonrisa, como hasta ayer. Es un agradecimiento, si, porque sinceramente la música de este tipo me cambió la vida. Gracias a este tipo me relacioné con otra gente, con otra música, otras historias, con otra cultura, con otros conocimientos, con otras dudas, con más inquietudes, y con un lado de mi que no conocía pero esperaba a al Sr. Reed para poder aparecer y decirme: Hola, te estaba esperando. Te estaba esperando hombre. Claro, nunca olvidando todo lo que tenía hasta entonces, pero sumando, siempre sumando. Gracias a él, un padre en cuanto a lo artístico (y eso es quizá lo que diferencia a la Velvet de los Beatles en mi vida) me enamoré del punk, del metal, del noise, amplié mi visión del folk, del pop, del rock psicodélico, etc. Gracias a él empecé a indagar indefinidamente en música que de ningún otro modo hubiese encontrado, y es que hasta mi amor por el Flaco Spinetta, que pareciera nada tiene que ver más sino su contemporaneidad, debe de agradecer a mi previo amorío con Reed.

Hacía mucho no te escuchaba, o no tanto, pero ya no lo hacía con la constancia de siempre; es cierto que estábamos medios distanciados pero era un tiempo para esto, para volver a toparnos hoy y amarnos hasta siempre. Para poder volvernos a encontrar, en una triste circunstancia, si, pero que no hace más que consolidar y plasmar este momento permanentemente.  Quién sabe, mirá si celoso porque te estaba echando de menos, te fuiste simplemente para llamar mi atención y que, paradójicamente, no te deje ir nunca más de mi vida.



Muchas gracias Sr Reed.

viernes, 25 de octubre de 2013

Politología y otros cuentos.

-Todos los personajes e historias aquí presentes son ficticios (aunque no lo parezca). Cualquier semejanza con la vida real es pura coincidencia.-

No hay naranjas y comprar limones por el simple hecho de que tengan jugo no sirve, eso no le da permiso a completar la ensalada de fruta que, a fin de cuenta, va a terminar sabiendo un tanto ágria.

Mientras Daniela iba a vender la ropa, juguetes, utencillos y otros objetos que ya no le servían a una feria americana le decía a su amiga Florencia:
-Leonardo se cree mucho desde que trabaja en la villa ayudando a los que menos tienen. Se subio al caballo y ahora no habla más que de eso.
-Si, se le subió el humo a la cabeza. Ni que fuese Papá Noel.
-Aparte, como si fuese el único ser en la tierra que ayuda. Mirame a mi, ayer le di $2 a una nena que pedía en el subte.
-Seh, se volvió un cretino.

Ten cuidado, mi buen amigo, no sea cosa de por andar puteando a una moto que te pasó por la izquierda cuando vos ibas a doblar se te olvide que en esa esquina no hay giro y hay semáforo.

-Este Julián me cae re mal, me parece re falso y mal tipo, no comparto nada de lo que dice y/o hace.
-Pero que decís Mariano si hasta hace unos días te caía re bien, el lunes mismo me dijiste que te parecía un flaco re copado.
-Pero... es que... es Pincha, boludo. Es pincha y no me puede caer bien. Yo soy del Lobo a muerte, ¿entendes?.

Sea libre. Vote con conciencia.

martes, 15 de octubre de 2013

Las ideas de un principio de semana.






                                  mmmmm...




   mmmmmm...
                                                             veamos...




                                                                                                mmmmmmmmm....



                                                                                 Ya sé...





                                                 Fin.

sábado, 12 de octubre de 2013

Muertos de risa

Pocas cosas en la vida me hacen reir tan poco como los Chilenos (salvo por alguna que otra excepción de estos que logra sacarme una leve mueca similar a una sonrisa) y los Gallegos son unas de esas cosas. O al menos eso creía. Tampoco hubiese creido que los Españoles eran capaces de humoradas ingeniosas, sádicas e inteligentes. A fin de cuenta acabo de notar que el idiota termino siendo yo.

Sin la tristeza la felicidad no tendría ese dulce sabor gratificante que tiene, sin un River, Boca no tendría la importancia que tiene (y viceversa); Sin Lex Luthor, Superman trabajaría escribiendo notas amarillistas en un diario del estilo crónica y sin su vestuarista Lady Gaga seguramente trabajaría en una feria americana revendiendo indumentario usada a bajo costo y usando gran parte de ella, sin siquiera acercarse a una imposición de la moda, sino más bien coqueteando con el ridículo. Así como los odiamos los necesitamos, y es que todos precisamos de un némesis ya que son estos los que, irónicamente, nos dan identidad y valor. Bruno y Nino, Nino y Bruno, un par de comediantes que parecen llevarse bien frente a cámara terminan siendo tras ellas dos seres que se odian hasta la muerte (literalmente).


Santiago Segura, conocido mundialmente por su saga Torrente, se despacha en este film en el que podemos apreciar la historia, como ya dijimos, de dos humoristas que le ponen la otra mejilla (nuevamente de forma literal) a la vida que los dejó en la lona y buscan triunfar en la españa de los años 70's aunque a bofetadas tengan que hacerlo. Ácida y con un fuerte toque al convencionalismo del humor hispano, esta cinta nos deja bien en claro que el repetitivo circo y pan garbo transgrede tiempo y espacio. Y pues claro, no hay que olvidar que ya de niño nos divierte el dolor ajeno.

Se puede ver entera por Youtube.

martes, 8 de octubre de 2013

Black Sabbath . Vol. 4

La próxima vez que suba un viejito al colectivo y yo esté sentado en esos asientos delanteros, no importa lo cansado que esté no voy a esperar a que otro se levante, ni tampoco a hacerme el dormido. No señores, voy a dejarle el asiento, pero no porque sea bueno sino porque voy a pensar que ese viejito podría ser tranquilamente un Tony Iommi o un Ozzy y entonces merece más que mi respeto.

Y es que si algo me enseñó el show de Black Sabbath es que más alla de mis tres abuelas (si, tres, la materna, la paterna y mi vecina pepita!) y sus comidas (pastel de papa, tortilla de papa y flan -no, este no e de papa- respectivamente) aun quedan algunos viejito hermosos que me pueden volverme tan feliz como sea posible.

Imaginese usted, mi buen amigo, que después del show no me importó el hecho de tardar cerca de tres horas para hacer 50km y así poder volver a casa. No me inquietó dormir casi nada para ir a laburar. No me incomodó haber caminado quichicientas cuadras un domingo. Ni que me rompieran el orto (perdón por el vocablo) cobrandome $30 un pancho y un agua!. Ni siquiera me interesó que antes de ver a Dios (vaya paradoja enterarse que Sabbath es en realidad Dios, no?) hubiese tocado Megadeth, que también la rompió a pesar de que el sonido no los benefició del todo. Y es que todo lo que pasó hace unos días fue tan inolvidable y grandioso que aun tengo secuelas de felicida tan grandes que me ponen la piel de gallina y una sonrisa de oreja a oreja.

Sabbath o muerte


Vol 4

miércoles, 2 de octubre de 2013

Luna caliente . Mempo Giardinelli

Viaje ida y vuelta de casa al laburo, una (o dos) noches de insomnio, una espera en un hospital público (aquí hasta sobraría tiempo) o, por qué no, en el caso de ser hombre y disculpe usted la franqueza, cuatro o cinco visitas al baño es lo que, aproximadamente, duraría este libro en vuestras manos. Lo que se dice cortito y al pié. Nada de descripciones o detalles sin sentido, hechos, hechos y hechos y una trama que muestra como el hombre, por más razón que posea, tiende a ceder ante sus instintos una y otra vez. La psicología y realidad humana contada en una novela de poco más de cien páginas en letras grandes que nos hace pensar sólo una vez terminada la historia.

Estirarme más contando la historia del respetado Dr. Ramiro Bernárdez, abogado de 32 años que vuelve al Chaco para ser profesor universitario y se siente fuertemente atraído por Araceli Tennembaum, una hermosa joven de 13 años, sería una ironía. Pero entre la seducción, el morbo, la violencia y la muerte ronda este relato Argentino casi desconocido. Chacho, calor, dictadura y... ¿pedofília?.