lunes, 29 de julio de 2013

Plegarias nocturnas . Santiago Gamboa

Cada región en el mundo por pequeña que sea tiene algo que la vuelve única, que la identifica y diferencia de cualquier otro lugar dentro del globo. Cosas buenas, cosas malas y cosas irrelevantes. Fernando Vallejos aclara entre lineas en uno de sus libros que nada exporta Colombia mas que droga, no hay mercado extranjero que le proporcione al país la entrada de dolares mas allá del narcotráfico (obviamente que esto no es del todo cierto). Colombia tiene sus contras, como todo/s, y el hecho de ser de los mayores exportadores de narcóticos del planeta es uno que arrastra consigo las consecuencias que los estupefacientes tienen en las poblaciones: pobreza, violencia, inseguridad, robos, muertes, consumo, alcohol, asesinatos, desapariciones, prostitución, impunidad y mucha, pero mucha corrupción. Todo eso es Colombia y así se lo muestra en el libro. Sin miedo, sin rodeos. Pero Colombia, mi buen amigo, tiene ese lado mágico que saben dar las desgracias, esas estrellas brillantes y solitarias de noches negras. Sus escritores, personales y apasionados, nos narran historias tan fuertes como reales. Y nunca dejan de lado ese amor por las letras y la cultura, incluido de manera constante en este ejemplar.

Pareciera un chiste de mal gusto, pero Plegarias nocturnas no sucede precisamente en el país americano. Ninguno de sus personajes principales muestra su presente en Colombia, por el contrario, todo sucede en Asía pero lo que lleva a los hermanos Manrique a este continente es lo importante y todo eso si ocurre en Colombia, en la Bogotá de hace pocos años para ser exactos. Todo tiene lugar en ese periodo en el que Uribe, derechista, presidía el país.Cuando ambos jóvenes cuentan lo que los llevo a la situación actual en la que se encuentran. Cuando ambos cuenta lo que los unió para siempre. Cuando ambos hablan sobre su infancia triste y su aguerrida adolescencia.

-Punto aparte. Si se permite un poco de subjetividad en el texto digo que lo que hace grande al libro, mas allá de esas narrativas descontinuas que entremezclan pasado y presente y ese ininterrumpido cambio de personajes que tanto me agradan (con el agregado de inter-neta, algo que van a entender -o no- a la hora de leer la novela) es que Gamboa es capaz de hacer de una historia simple y cotidiana algo mágico y maravilloso. Una historia que en los papeles no vale dos pesos se convierte en una historia valiosísima gracias a su mano, ya que en otras correría el riesgo de perder ese toque tan especial y volverse un libro insulso.-

Manuel, un estudiante de filosofía que resulta detenido por presunta posesión de drogas en Bangkok (Tailandia) y si no se declara culpable enfrentaría la pena de muerte. El cónsul Colombiano en Nueva Delhi (India) es el encargado de tratar de salvarle la vida y poder hacer que Manuel sea juzgado en Colombia (algo que se dificulta gracias a que Colombia no tiene embajada en Tailandia), pero al conocer la historia del imputado y su inquietud por volver a ver a su hermana Juana el cónsul se involucra en el caso parar lograr el reencuentro de los hermanos a como dé lugar. Plegaria nocturnas, se describe a si mismo: Esto no es una novela negra, sino una extraña novela de amor.

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